"El
antifaz de la hipocresía,
sobresale
en gran manera,
envenenando
a más personas,
hiriendo
por donde quiera.
Avanza
hacia su cometido,
esperando
que se duerma,
rompe
faces de verdades,
su fin
ufano a todos molesta.
Crea
disensión y amargura,
es taller
de grandes caos,
no tendrá
buena vida futura,
es un
alma llena de fracasos.
Siempre
es bueno recalcar,
la forma
en que opera,
se hacen
niños sin igual,
por
dentro son unas fieras.
Triste es
saber su sino,
estropajo
sucio es su existir,
muerte
lenta es su camino,
¿Cómo
podrán vivir?..."
La hipocresía, hoy, quiero dedicar esta entrada a
mi rabia contenida, a todos esos caraduras, hipócritas, mentirosos,
deslenguados sin educación alguna que pululan por las aceras de las ciudades y
del mundo en general.
Tu, si, tú, que aplacas la moral de la gente
atacando con negatividad y “porque es mi opinión” , que hablas como si fuese
una tontería eso de ponerse pin rosas por el cáncer, que comentas que piensas
que gritas que porque una persona apoye públicamente a las afectadas por esa
enfermedad que eres una irresponsable porque “hay que apoyar a todos los
enfermos por igual”
Pues no, no me sale de donde nació Venus, no me
sale el decirte que cuides las formas, no me sale el no querer hacer arte
abstracto con tus sesos en la pared de la habitación, no me sale, porque sigues
en tus trece, sigues en que esa persona es peor que tu solo por apoyar una de
mil causas. Tu, tu me das pena y asco a la vez.
Otros, otros que hablan y hablan detrás de espejos
que no muestran mas que una sonrisa, esos que con buen tono y buenas palabras
chantajean tras informarse de trapos sucios aprovechándose del estado ufano de
las personas, de sus heridas, de su sangre. A esos otros los quería ver en un
pozo de víboras para que notaran los mordiscos punzantes e inevitables de los
colmillos de sus “amigas”
Esa, esa que se pasa el día viendo la tele,
durmiendo y fumando, esa que no hace nada, esa que se aprovecha, esa que
estorba, que malcria su propio ser, esa infecta persona que se alimenta de lo
malo de los demás, que lo disfruta, que se baña cual cerdo entre la mierda en
la que rueda. Esa que solo sabe pedir y no sabe dar, esa persona que merece el
peor Karma del mundo a tu parecer, porque sabes, de sobra que es una de esas malas
personas a las que llegarías a odiar con toda tu alma.
Aquellos, aquellos que te miran de arriba abajo por
no vestir de marca, por estar rellena, por no ir pintada, por ir en chándal, a
esos, a esos no les digo nada, porque no merecen atención alguna, no merecen
nada.
Realmente ninguno de estos merece nada, y aunque le
haya dedicado una entrada, no pienso dejar mas tiempo desperdiciado en mala
baba, en malas ideas, en ideas grotescas que me llevarían al infierno.
Porque ahora, ahora ellos no valen nada y no son
nada.
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